Estar en el mundo es Vivir en Paz –

Radha Burnier


Hábitos Destructivos


El Taoísmo enseña la no resistencia, lo que implica profundo contentamiento interior, en armonía con el cielo y la tierra.


¿No será eso lo que quiere decir el Bhagavad Gita al aconsejar a la persona a actuar “establecida en el yoga”? Yoga es realizarse plenamente.


Cuando no hay sentimiento de lucha, sucede un cambio en nuestras relaciones y en nuestro propio ser.
Personas inteligentes y talentosas ofrecen soluciones variadas para los inmensos problemas actuales, mas muchas veces el remedio es peor que la enfermedad. 


El uso de productos químicos artificiales es un ejemplo. Imagine que se pronostica una sociedad libre de enfermedades, mas se crean nuevos problemas.


 ¿Quién sabe lo que resultará de las manipulaciones genéticas?
Somos incapaces de dar fin a los conflictos en el mundo o de erradicar la pobreza.


 ¿Será que somos tan impotentes porque somos víctimas del estrés del ego, que esencialmente proyecta ilusiones a partir de mentes perturbadas y, por tanto, obscuras? 


Obviamente, tan solo la mente tranquila posee claridad; la mente confusa cree en sus capacidades y supone que la confusión puede ser súbitamente disipada. 


Mas eso no sucede, porque sus percepciones no son ni totales ni saludables.
¿Cómo podemos producir tranquilidad y armonía interior, las únicas cosas capaces d asegurar la acción benéfica? 


Tranquilidad y acción pueden parecer contradicciones, mas no lo son. La “inacción en la acción y la acción en la inacción” de las que habla el Bhagavad Gita es la acción oriunda de una mente profunda y clara. 
Todo lo demás es actividad inquieta e infructuosa. 


Es vital para el mundo el que los individuos aprendan a actuar a partir de un estado interior tranquilo y claro, no el de una mente en lucha. 
A no ser que profundicemos en ello y no nos permitamos el ser empujados por la corriente de la mundanalidad, el dolor no cesará.Precisamos detenernos para comprender como funcionamos. 

Una pequeña acción practicada en el correcto estado mental hace mucho mas bien que grandes acciones frutos de la lucha egocéntrica. 

En el océano, cuando sopla un viento fuerte, al principio se forman pequeñas ondulaciones, mas si el viento continúa soplando, las ondulaciones se tornan más fuertes y mayores y se pueden llegar a transformar en enormes olas.


Todos nosotros luchamos en nuestras pequeñas luchas a causa de las ambiciones sin importancia y necesidades imaginarias.


En el reino psicológico, como en el océano, existe un proceso acumulativo, como sucede con una perturbación en una multitud.

Algunas personas se asustan, después todo el mundo entra en pánico, resultando la desbandada. 


El mundo en su totalidad es así. Nuestras pequeñas luchas se acumulan y se tornan guerras. 

Personas como Krishnamurti y el Dalai Lama dicen que somos responsables por todo el mundo. 


Cuando no vivimos en la serenidad y en la paz, creamos guerras.

Los Budas nacen el  mundo cuando hay degeneración, mas no dejan de ser Budas. Jamás son del mundo, son libres, sin karma, ya que son la encarnación de la paz. 


El Karma no es tan solo acción física, engloba el tipo de energía que colocamos en nuestra acción. 
La Energía de los Budas es Amor y Paz, en tanto que la energía que las personas comunes generamos es egoísta en un grado mayor o menor, siendo por tanto, causa de violencia. 


Para que la paz llegue al mundo, no debe haber lucha, ni ambición ni ilusiones de inseguridad, dentro de nosotros.

Cuando nuestras ilusiones cesen seremos precursores de la armonía.

Radha Burnier. – Escritora y Ex-Presidenta Internacional de la Sociedad Teosófica. India


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