EL DIOS DE SPINOZA En más de una ocasión he anhelado la ignorancia…, entendiendo, que solo el pensarlo ya es un grave error, ya que sin conocimiento no existe evolución….

No me pregunten quien es mi Dios, pues la verdad lo desconozco. No me sirve el dios de los Católicos, a pesar de haber sido adoctrinado desde pequeño en el, tampoco me sirve el dios de los Judíos, ni el dios de los Musulmanes o Budista, ni tan siquiera los extraterrestres están en mi mente.

En ninguno de ellos encuentro al Dios que vibra en mi mente.

No me hablen del libre albedrio, pues en realidad no existe, nos refugiamos en él para justificar nuestras propias vergüenzas, y cuando lo ejercemos generalmente dañamos a terceras personas.

Decirme: ¿Donde estuvo el libre albedrio de los Judíos en el holocausto Nazi? ¿Dónde estuvieron los dioses cuando fueron ejecutados miles de hombres, mujeres y niños?

¿Dónde queda el libre albedrio de las personas que fueron masacradas por sus creencias, por ejemplo Giordano Bruno o Galileo Galilei?.

La historia está escrita con odio y sangre, y las personas de bien que se consideran Universales tenemos el derecho de gritar ante tanta barbarie que se aplique con rigor la JUSTICIA DIVINA, ya que nosotros mismos somos incapaces de hacer nada por los más desfavorecidos.

En numerosas ocasiones he escuchado voces maldiciendo a los dioses por nuestras desgracias, por nuestra mala suerte, o por la muerte de un ser querido, ignoramos que esos dioses los hemos elaborado nosotros mismos, dioses hechos a nuestra imagen y semejanza, sacados de nuestros propios egos, de nuestras ambiciones y debilidades.

EL ERROR ES NUESTRO. Amo mi planeta pero me considero extraño e incomodo en el.

A esta altura de la película, déjenme que les diga que lo más parecido a mi Dios está en la mirada y la sonrisa de un niño, en el amanecer y atardecer de un nuevo día, en los rayos del Sol que alumbra y calienta mi cuerpo, y la vibración del AMOR por todo lo creado cuando estoy en sintonía con ello.

Quizás el Dios de Spinoza sea un buen Dios si los hombres tomáramos conciencia de ello.